"GRANADA SIN PASAR DESPEÑAPERROS"
Antes de empezar, es de ley rogar el perdón del respetable por el tiempo de sequía en que ha estado sumido este blog; ni los redactores han dejado de ir de cañas ni se nos ha prohibido la entrada en los bares de Madrid, tan sólo ha sido debido a un pecado aún peor que la gula y la lujuria: la pereza.
Pero ya estamos aquí de nuevo, y creo que sería difícil volver de mejor forma que comentando esta magnífica tapería: La Pequeña Graná. Se trata de un magnífico abrevadero situado en la calle Embajadores cerquita de la esquina con Santa María de la Cabeza. Sigue la norma y tradición de las mejores tabernas granainas: con cada caña, una tapa a elegir de entre veintidós magníficas creaciones, entre las que destacan delicatessen como el "Pincho de Langostino y Pollo de Corral" o el "Mini Canelón de Espinacas frito con Salsa de Tomate" y aperitivos para llenar el buche como las "Mini Hamburguesas con Ketchup y Mahonesa".
Este establecimiento ha sido reabierto hace pocos meses y parece ser que han cambiado todo el elenco de opciones en cuanto a tapas y que esta lista tenderá a reciclarse de forma periódica. En cuanto a decoración, el espacio es realmente agradable, con una larga barra en L y un salón en la planta baja que no he tenido la suerte de ver en funcionamiento.
Mi visita se enmarcó en una reunión de jueves con unos grandes amantes de la cerveza y la tapeja, gentes venidas de todas partes, grupo cuyo origen gira en torno a la universidad. En honor al siempre grande Chema, y debido a su reciente mudanza a este barrio, decidimos investigar la zona que de por sí es famosa por sus bares. Siendo once los comensales, comenzamos con una ronda de siete cañas, grifo de Alhambra, gran ejecución, y cuatro tercios de Alhambra 1925, una cerveza que no debéis dejar escapar ya que no es fácil de encontrar y es una delicia para el paladar. Elegimos para acompañar huevos fritos con chorizo y patatas y migas (foto superior), ambas de cocina muy bien ejecutada pero de tamaño quizá no adaptado a once bocas hambrientas, lo que suele ocurrir al tratarse de grupos tan amplios (no sólo en este lugar). Con la segunda ronda elegimos una sartén de patatas bravas (foto abajo, con la tapa a medio comer), la salsa muy buena.
Más tarde decidimos probar algo que nos llamó la atención en la carta de tapas: las croquetas de pizza; resultaron ser croquetas redonditas con un importante añadido de orégano a la bechamel que les daba el regusto (algo artificial) de la pizza (foto aquí debajo, con la carta de tapas semilegible).
La penúltima ronda vino acompañada de algo tan típico y sabroso entre la gastronomía granadina como es el bienmesabe, que es cazón adobado y frito con cobertura de harina (como diría Adriá). Es éste un plato también típico de otras comunidades andaluzas como Cádiz. También elegimos en esta ronda tostas de cerdo con cebolla caramelizada, que estaban buenas pero la cebolla caramelizada fue sustituida por una salsa muy líquida de sabor agridulce.
Por último y para terminar como unos auténticos señores decidimos optar por las anteriormente mencionadas mini hamburguesas. Se trata de una tapa muy recomendable: la carne es como pequeños filetes rusos muy jugosos; el pan son medias lunas, con lo que se produce el siempre sorprendente contraste entre lo salado y lo dulce. Además se acompañan de un poquito de lechuga y ketchup y mahonesa (foto a continuación).
Antes de pasar a las calificaciones palilleras, sólo me queda comentar que los precios son asequibles, tanto en cañas como en raciones variadas, de las que tampoco andan escasos. Un lugar realmente recomendable. Continuaremos con la exploración de este barrio en sucesivos jueves cincopalilleros.
Pero ya estamos aquí de nuevo, y creo que sería difícil volver de mejor forma que comentando esta magnífica tapería: La Pequeña Graná. Se trata de un magnífico abrevadero situado en la calle Embajadores cerquita de la esquina con Santa María de la Cabeza. Sigue la norma y tradición de las mejores tabernas granainas: con cada caña, una tapa a elegir de entre veintidós magníficas creaciones, entre las que destacan delicatessen como el "Pincho de Langostino y Pollo de Corral" o el "Mini Canelón de Espinacas frito con Salsa de Tomate" y aperitivos para llenar el buche como las "Mini Hamburguesas con Ketchup y Mahonesa".
Este establecimiento ha sido reabierto hace pocos meses y parece ser que han cambiado todo el elenco de opciones en cuanto a tapas y que esta lista tenderá a reciclarse de forma periódica. En cuanto a decoración, el espacio es realmente agradable, con una larga barra en L y un salón en la planta baja que no he tenido la suerte de ver en funcionamiento.
Mi visita se enmarcó en una reunión de jueves con unos grandes amantes de la cerveza y la tapeja, gentes venidas de todas partes, grupo cuyo origen gira en torno a la universidad. En honor al siempre grande Chema, y debido a su reciente mudanza a este barrio, decidimos investigar la zona que de por sí es famosa por sus bares. Siendo once los comensales, comenzamos con una ronda de siete cañas, grifo de Alhambra, gran ejecución, y cuatro tercios de Alhambra 1925, una cerveza que no debéis dejar escapar ya que no es fácil de encontrar y es una delicia para el paladar. Elegimos para acompañar huevos fritos con chorizo y patatas y migas (foto superior), ambas de cocina muy bien ejecutada pero de tamaño quizá no adaptado a once bocas hambrientas, lo que suele ocurrir al tratarse de grupos tan amplios (no sólo en este lugar). Con la segunda ronda elegimos una sartén de patatas bravas (foto abajo, con la tapa a medio comer), la salsa muy buena.
Más tarde decidimos probar algo que nos llamó la atención en la carta de tapas: las croquetas de pizza; resultaron ser croquetas redonditas con un importante añadido de orégano a la bechamel que les daba el regusto (algo artificial) de la pizza (foto aquí debajo, con la carta de tapas semilegible).
La penúltima ronda vino acompañada de algo tan típico y sabroso entre la gastronomía granadina como es el bienmesabe, que es cazón adobado y frito con cobertura de harina (como diría Adriá). Es éste un plato también típico de otras comunidades andaluzas como Cádiz. También elegimos en esta ronda tostas de cerdo con cebolla caramelizada, que estaban buenas pero la cebolla caramelizada fue sustituida por una salsa muy líquida de sabor agridulce.
Por último y para terminar como unos auténticos señores decidimos optar por las anteriormente mencionadas mini hamburguesas. Se trata de una tapa muy recomendable: la carne es como pequeños filetes rusos muy jugosos; el pan son medias lunas, con lo que se produce el siempre sorprendente contraste entre lo salado y lo dulce. Además se acompañan de un poquito de lechuga y ketchup y mahonesa (foto a continuación).
Antes de pasar a las calificaciones palilleras, sólo me queda comentar que los precios son asequibles, tanto en cañas como en raciones variadas, de las que tampoco andan escasos. Un lugar realmente recomendable. Continuaremos con la exploración de este barrio en sucesivos jueves cincopalilleros.
Ubicación: General Palanca 16, esquina con Embajadores,
cerca de Santa María de la Cabeza, Madrid.
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